La iliada | Canto 2 (RESUMEN) | Homero

 En el segundo canto de la Iliada, Zeus padece insomnio a causa de estar pensando en cómo ayudar a Aquiles y perjudicar a los demás aqueos. Finalmente, decide enviar un sueño perjudicial a Agamenón y ordena al Sueño que vaya a susurrarle al rey de los Aqueos mientras duerme, para convencerlo de que es un buen momento para atacar y tomar la ciudad de Troya. El sueño cumple la orden de Zeus apareciéndose a Agamenón bajo la forma de Néstor.

Al despertar Agamenón, se convence de la verdad de la visión que ha tenido y convoca a consejo a los principales aqueos para contarles su sueño y anunciarles que pondrá a prueba a los guerreros, diciéndoles que huyan, pero que ellos los persuadan de quedarse.

Néstor arenga a los demás príncipes para que cumplan las ordenes de Agamenón. Después de esto, Agamenón lleva a cabo su plan dando un sentido discurso a todos los aqueos, diciéndoles que la guerra y todos los sufrimientos han sido en vano y que mejor huyan en sus naves de vuelta a la patria, pues ya no tomaran Troya.

Entonces todos se disponen a preparar la huida, pero Hera ordena a Atenea que los detenga y ella va rápidamente a hablar a Ulises, para que él persuada a los demás de quedarse.

Ulises corre a cumplir lo que la diosa le dice y habla a todo el que se encuentra, diciéndoles que no es digno que huyan de esa manera y les advierte que aquello se trata de una prueba que les pone el rey Agamenón.

Imponiendo su autoridad, Ulises los convence de volver a la junta. Ahí, Tersites, supuestamente el hombre más feo de los aqueos, a quien todos aborrecían, es el único que no se queda callado e insulta a Agamenón por tener que sufrir todos los demás por su culpa, pero Ulises lo manda callar con un golpe y amenazas.

Después Ulises ofrece un discurso, animando a todos, recordándoles la predicción del adivino Calcas y que según este vaticinio la toma de Troya está ya muy cerca. Los aqueos le aplauden.

Después toma la palabra Néstor, recriminando a los que pensaban huir y diciendo a Agamenón que ordene como rey, para que se cumpla el destino. Agamenón agradecido por las palabras que le dirige Néstor, manda a todos a que se preparen para combatir.

Se dispersan todos y comienzan las preparaciones, ofreciendo sacrificios a los dioses. Agamenón ofrece el suyo a Zeus, quien no está dispuesto a acceder a sus ruegos. Después de que todos han comido y bebido, Agamenón les llama para la batalla y avanzan acompañados por la diosa Atenea.

Algunos de los principales combatientes aqueos eran: Ascálafo, Esquedio, los dos Ayax, Menesteo, Diomedes, Menelao, Néstor, Agapenor, Polixeno, Idomeneo, Eumeleo, Protoo, Ulises, y por supuesto Agamenón.

Entonces Iris, tomando la forma de Polites, hijo de Príamo, avisa a los teucros de la marcha de los aqueos y dice a Héctor que se prepare para el combate, quien así lo hace. Los Troyanos eran dirigidos por Héctor mismo y se destacaban, entre otros, Eneas, Arquéloco, Acamante, Pándaro, Adrasto, Acamante, Eufemo, Pilémenos, Cromis, Ascanio, Mestles, Sarpedón y Glauco.